lunes, 16 de julio de 2007

Erase una vez...

quizás sin pensarlo camine por la orilla teniendo claro que era un abismo...

ya había aceptado la cláusula del contrato...

no quedaba mas que aceptar en silencio manteniendo la frente en alto aparentando tranquilidad y satisfaccion por el acuerdo, pero que clase de contrato era aquel ?? era imposible pensar que con " tanto caracter" me hubiese convertido en mercader de mentiras, ni siquiera mentiras fabricadas... era una simple traficante falsos deseos ajenos que por contrato debia presumir. mantuve entonces de pronto... La conviccion de iniciar mi propio negocio mis propias mentiras a merced de la necesidad, como sea resultó vano. ya que sin darme cuenta mantenia el parametro del maestro quien sutilmente habia inculcado en su alumna y ahora "socia" lo que él llamaba las "reglas de un buen negocio" e insistia que seguir aquel codigo era el secreto del éxito de nuestra empresa, porque sí, para este hombre de negocios lo nuestro era una empresa.

ha pasado algun tiempo desde que incie mis labores con el Gurú de la mentira, pero a pesar de ser aquel un contrato sin garantias he logrado establecer mi lugar en el negocio y hasta podria decirse que tambien manejo algunos creditos en la fabricación... sigo caminando por la orilla pero ahora es mi jefe quien pende al borde del abismo.....

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